falta de rigor
Los de la CGT han distribuido por las calles una cuartilla en la que dicen "no a una nueva reforma laboral". Según ésta, los sindicatos UGT y CCOO, la patronal y el gobierno pretenden 5 cosas:
1- Flexibilizar la contratación y hacerla más barata.
2- Abaratar los despidos y reducir las cotizaciones empresariales.
3- Imponer las subcontratas como modelo generalizado de temporalidad.
4- Eliminar el contrato estable, fijo e indemnizado con 45 días.
5- Incrementar la inseguridad jurídica y la indefensión de los trabajadores.
Según la CGT, la reforma se cebará en los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes.
En primer lugar, discrepo en eso que dicen de que "la reforma se cebará en los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes". Es lo mismo que decir que "la reforma perjudica a la mano de obra barata". Entiendo que la flexibilización del mercado laboral y el despido libre benefician precisamente a estos colectivos, a la mano de obra barata que en la actualidad ya no puede caer más bajo de lo que está. Por otro lado, perjudican a los que tienen buenos sueldos y no rinden en su trabajo a sabiendas de que no les pueden echar (a estos me refiero cuando digo trabajadores de primera que, dicho sea de paso, son los únicos que se pueden sentir bien representados históricamente por los sindicatos).
En segundo lugar, también detecto incongruencias entre las 5 actuaciones que se anuncian. Hay 4 de ellas que excluyen a una. Si se flexibiliza la contratación (1), si se hace más barata (2), si se elimina la indemnización de 45 días (4) y se incremente la inseguridad jurídica del trabajador (5), no tiene sentido hablar de imponer las subcontratas (3) porque estas perderían su razón de ser... las empresas ya no tendrían que recurrir a ellas.
En tercer lugar, decir que la economía es una ciencia más o menos predecible y hay relaciones causa-efecto tan claras como que si suben los tipos de interés baja la inflación. Aquí ocurre algo parecido: si todas estas medidas se llevaran a cabo, cosa que dudo, los efectos teóricamente serían buenos, al menos desde el punto de vista económico:
- Disminución del paro.
- Dejarían de existir los trabajadores de primera y los trabajadores de segunda. Con la salvedad del colectivo protegido de los funcionarios que siempre será de primera.
- La productividad aumentaría. Uno trabaja más y mejor si cree que si lo hace mal le largan a la calle. Es triste pero es así.
Al margen de todo lo anterior tengo también claro que si estas cosas buenas son a costa de la precariedad y de la inseguridad del trabajador, la mayoría (que somos trabajadores) NO deseamos que la reforma siga adelante. Es más, si lo que queremos es un trabajo digno donde se nos respete como personas y como trabajadores que somos, deberíamos exigir al gobierno que desarrolle una ley para la abolición definitiva de las subcontratas y demás formas de contratación diseñadas para soslayar la normativa laboral vigente porque no hay ninguna duda de que por culpa de éstas en la práctica ya existen desde hace bastante tiempo las medidas 1, 2, 4 y 5.