08 enero 2006

Picaresca Comercial

Hay que tener mucho cuidado

La mayoría estamos inmersos en la monotonía que supone pasar la mayor parte de nuestra vida alternando entre nuestra casa y el trabajo. En esta triste dinámica actuamos de manera casi mecánica y raro es el día que nos ocurre algo imprevisto. Pero llegan las vacaciones o las fechas propicias para el consumo y cada año descubrimos nuevos timos.

En efecto, la voracidad comercial incurre cada vez más en fraudes al cliente aunque, eso sí, con técnicas tan depuradas que eximen al timador de toda responsabilidad ante la ley. Ni que decir tiene que todo lo que sea salir de nuestra rutina diaria supone salir a un mundo donde estamos continuamente expuestos a triquiñuelas de lo más variopinto.

Lo último que me ha pasado es que acudí a una conocida tienda de electrodomésticos y al adquirir un ordenador se me ofreció la posibilidad de pagarlo dentro de 3 meses sin costes adicionales. Para ello me hicieron firmar un contrato. El anverso de éste, bastante claro. El reverso, no tanto y, por supuesto, con la letra diminuta contradiciendo las palabras del comercial que me recalcó, entre otra cosas, que no tendría costes adicionales.

El resultado fue que, creyendo que había adquirido sólo un ordenador, me habían vendido también una tarjeta de crédito sujeta a comisiones de diversa índole que días más tarde me llegaría a mi domicilio.

Cuando nos dicen aquello de "cuidado con la letra pequeña" solemos pensar en el típico asterisco que nos remite a la nota a pie de página pero, visto lo visto, ahora la letra pequeña es mucha literatura ubicada en la parte de atrás de los contratos donde se esconden cláusulas abusivas que sólo podríamos detectar invirtiendo más de una hora en leerlo todo.

Mi caso está ahora en manos de la OMIC y mi pretensión primordial, dejando en segundo plano los treintaitantos euros que me han robado, es que recaigan duras sanciones sobre el establecimiento que me engañó.

Desde aquí os quiero animar a que nunca dudéis en pedir y rellenar la HOJA DE RECLAMACIONES cuando creáis que habéis sido objeto de prácticas abusivas o delictivas. Hay veces que no hacemos nada por pensar que no ha sido tanto dinero el que nos ha costado la broma o que no merece la pena molestarse en denunciar. Pero debemos ser conscientes de que nuestro silencio es contraproducente a la larga.

1 Comentarios:



Anonymous Anónimo dijo...

Y mucho cuidado con los contratos con las operadoras telefonicas o de internet, puesto que todo el contrato se realiza via telefonica y no conocemos las condiciones de dichos contratos. Utilizad la OMIC.

10 enero, 2006 00:55  

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