García Marcos, readmitida

increible pero cierto

España es un país avanzado y, como tal, tiene eso que llaman Estado del Bienestar. Por ello, no hay más remedio que establecer impuestos de diversa índole. Así, pagamos nuestro impuesto cuando recibimos los ingresos de la nómina (IRPF), pagamos nuestro impuesto cuando compramos el pan (IVA), pagamos nuestro impuesto cuando nos compramos un coche (Impuesto de Matriculación) y cuando llenamos el depósito (Impuesto sobre Hidrocarburos), pagamos nuestro impuesto cuando nos tomamos una copichuela (Impuesto sobre el alcohol), pagamos nuestro impuesto por el hecho de poseer una vivienda (Impuesto sobre Bienes inmuebles), etc, etc y.... ETC.

Ante la pregunta inevitable de ¿dónde va mi dinero?. De siempre de ha dicho, como ejemplo, por simplificar y para que la gente lo entienda, que sirve para "construir carreteras" lo cual sirve para entender que nuestro dinero se utiliza para gastos comunes y que ello redunda en procurarnos un mayor bienestar.

Sin embargo, nadie nos cuenta cuál es el principal gasto en la Contabilidad del Sector Público. Son los sueldos y salarios, es decir, que se destina para pagar a los funcionarios muchos de los cuales o no rinden lo suficiente o directamente no van ni a trabajar. Quizá sea un fallo garrafal la idea de que una persona por el mero hecho de aprobar un examen (oposición) ya tenga asegurado su puesto de trabajo de por vida.

Hoy se ha sabido que la ex militante del P$O€ Isabel García Marcos, en libertad bajo fianza por el 'Caso Malaya' sobre corrupción en el Ayuntamiento, se reincorporó hoy a su plaza de inspectora médica en la delegación de Salud de la Junta de Andalucía. Sí... ahora va a cobrar dinero de las arcas del estado porque ¡la han readmitido!. Pero ahí no acaba la cosa: al parecer en 1997 fue suspendida por dos años del Servicio Andaluz de Salud por cobrar 1.800 euros al mes sin ir a trabajar, o sea, una funcionaria "ejemplar".

Pronto la veremos en todas las televisiones toda digna, con la barbilla bien alta, presumiendo de que tiene una carrera, como si hoy en día eso fuera algo excepcional.

Ahora sólo queda añadir el consabido "estas cosas sólo pasan en España"...

La CNE viola la normativa de la UE

otro tirón de orejas a España

La Comisión Europea declaró hoy que las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la opa de E.ON violan la legislación comunitaria y exigió al Gobierno español que las modifique. Se confirma oficialmente el tirón de orejas que nos han dado ante la chapuza del gobierno español. Vamos, que Zapatero y compañía nos han dejado una vez más en evidencia en el panorama internacional.

Entretanto, Endesa se dispara en Bolsa y sube hoy más de un 10%. Hace menos de un año, en octubre de 2005 los títulos cotizaban a 20 euros y hoy han cerrado a 32,50. Un valor que de los considerados "refugio" por haber sido siempre de cotización más o menos constante teniendo el atractivo en los dividendos, hoy es el centro de las miradas y coloca su cotización en máximos históricos y yo añadiría que histéricos.

En todo este rocambolesco episodio destacan dos personajes: Pizarro el aguerrido presidente de Endesa que debería servir de ejemplo para muchos; y Montilla, un inepto ministro (sin duda el peor que ha pasado por el Ministerio de Industria en toda la historia de España) que ya no lo es. Por suerte para muchos (todos los españoles) y por desgracia para otros (los catalanes) dejó la cartera de industria para ser propuesto como presidente de Cataluña.

Mientras el episodio parece que está llegando a su fin, la película del singular gobierno de ZP sigue…

eBay acusada

por vender productos falsificados

L. Vuitton y Dior acusan a Ebay de permitir la venta de falsificaciones.

Para quien no lo sepa, eBay es un portal de Internet cuyo objetivo es cruzar la oferta y la demanda de casi todo tipo de artículos entre vendedores y compradores de todo el mundo. Nació con la idea de ser casa de subastas pero lo cierto es que hay gran cantidad de artículos de precio cerrado que no precisan pujas para ser adquiridos.

La idea es colosal y yo he comprado ya varias veces en eBay sin ningún tipo de problema. Los vendedores (y los compradores) tienen un historial y una calificación de forma que podemos saber si son de fiar ya que, normalmente y salvo raras excepciones, hay que pagar antes de recibir el artículo; de ahí la importancia de la citada calificación.

Por poner algunos ejemplos, he podido comprar cartuchos originales de tinta Epson por 4 euros o DVDs vírgenes a la mitad de lo que valen en la tienda más barata. Aún me queda probar la aventura de comprar en Hong Kong (cosas 10 veces más baratas que aquí) aunque de momento no me lanzo por el problema de los gastos de envío y la aduana.

La acusación de L. Vuitton y C. Dior no creo que llegue a buen puerto y no tiene ningún sentido. Si tienen algún problema con las falsificaciones pueden hacer dos cosas:

1º) reducto márgenes de beneficio bajando sus abusivos precios. Asunto que a mi juicio sí es susceptible de ser denunciado.
2º) Localizar al infractor y demandarle a él. eBay en este asunto les puede servir para seguir el hilo. Partiendo desde el que vende que, en muchos casos, no es un particular sino una empresa, a lo mejor llegan al mayorista.

Es evidente que un portal de Internet que actúa como mero escaparate (también intermediario para facilitar el pago y la entrega de diversos productos) no puede controlar si lo que sale en la foto es auténtico o es una imitación.

Curso 2006-2007

el futuro ya no es lo que era

Ha empezado el curso. De un tiempo a esta parte todo ha cambiado. Yo tuve la suerte de poder llegar a hacer una carrera sin pasar por la escuela privada. Siempre fui a colegios, institutos y universidades públicas. Me temo que hoy en día esto no es viable.

Desde que somos tantos, las familias normales* hacen un esfuerzo para que sus hijos estudien en la escuela concertada o, los más pudientes, en la privada (esto último como siempre ha sido).

Lo público pasa al terreno de lo marginal; hoy la escuela pública es la de los pobres con problemas de diversa índole. Allí se congregan una jauría de alumnos de lo más variopinto, cada vez más agresivos y con menos interés que, para colmo, se saben respaldados por el sistema. Un sistema carente de jerarquía que ha dejado a los profesores con el culo al aire.

Es la España de ZP, la que a unos gusta y a otros no.

*Familia normal: dícese de aquella que está compuesta por un padre (varón) y una madre (mujer) bien avenidos que subsisten gracias al trabajo de los dos (porque en nuestros tiempos si sólo trabaja uno, no llega) y que religiosamente pagan sus impuestos y cotizan a la seguridad social como campeones para mantener eso que llaman Estado del Bienestar aunque luego no puedan acceder a las ayudas sociales porque se las dan a otros. Actualmente, en peligro de extinción.

La alerta de Zapatero

Viene la extrema derecha

Zapatero nos alerta ante la llegada de una “extrema derecha”.

No se preocupe, Sr. Presidente, que ya estamos pendientes. Nos preocupa que el día de mañana nos pueda gobernar la extrema derecha como nos preocupa que hoy nos esté gobernando la extrema izquierda porque tan malos son los unos como los otros. La mayoría somos gente moderada, sin etiquetas.

Si en este país algún día tiene éxito la ultraderecha acontenciendo un fenómeno Le Pen, no habría que buscar mucho para encontrar al responsable de que este tipo de ideología resurja. Cuando la gente llega a estar hasta las pelotas se rebela y protesta. El día que nuestros impuestos y nuestras cotizaciones sean insuficientes para financiar todo lo que está llegando de fuera sin ningún tipo de control, no le quepa duda de que la inmensa mayoría seremos xenófobos, racistas y demás calificativos que se asocian a la ultraderecha.

En definitiva, aquí hay un responsable y es usted, Sr. Zapatero. Con su política sesgada, ineficaz, caprichosa y rencorosa, lo único que ha logrado es enemistar a lo que usted llama “ciudadanía”. Vamos, que en muchos bares ya no sólo se discute sólo por el fútbol. Un gobernante que destruye mejor que construye sólo colabora a crear un clima inestable más bien propio de los prolegómenos de una guerra civil que de un país avanzado que dejó atrás una guerra y una transición ejemplar a la democracia.

Con todos mis respetos, este señor es un sinvergüenza. Es de los que encienden la cerilla y luego llama a los bomberos.

Las Palabras

Protejámoslas

La lengua española es muy rica. Hay palabras que son muy bellas. A modo de ejemplo, palabras como libertad, amor, felicidad, armonía sólo pueden transmitir buenas vibraciones.

La belleza de las palabras normalmente está en su significado. Una palabra nos gusta cuando nos sugiere algo bueno. Pero hay palabras que pueden ser adulteradas. La reiteración y el uso indebido hacen que ciertas palabras puedan transmitir desconfianza, incluso que esas palabras lleguen a ser odiadas.

Las palabras feas no tienen antídoto y siempre serán feas. Así, por ejemplo, por mucho que adornemos la palabra “escoria” siempre nos parecerá indeseable. Las palabras bonitas, por contra, sí pueden tronarse en feas.

En lo relativo al uso indebido, quiero centrarme en la demagogia, esa práctica consistente en ganarse con halagos el favor popular. Es evidente que la demagogia necesita palabras bellas. Son un instrumento fundamental por lo que implica necesariamente caer en la reiteración (o abuso) de estas palabras. Es entonces cuando la “ciudadanía” (ejemplo de palabra adulterada) dice aquello de “esa palabra ya huele”. Ya no hay nada que hacer: la palabra se ha desvirtuado, está podrida.

Ante tal infortunio, la Real Academia Española debería tomar cartas en el asunto. Es cierto que tenemos muchas palabras y que porque unas cuantas pasen al terreno de lo indeseable no pasa nada. Pero el proceso (palabra que, por cierto, oímos mucho últimamente) está abierto y es preocupante que algunos términos suenen ya a palabras vacías.

De un tiempo a esta parte, hay palabras bonitas que están en peligro de adulteración. No sería mala solución crear un tribunal que juzgue a aquellos a los que se les llena la boca cuando hablan de paz, solidaridad, libertad, igualdad, ciudadanía, proceso y, por supuesto, talante.

El IPC (2)

Soluciones, ya

El precio de un bien puede subir por varios motivos: porque lo quieran muchos consumidores (exceso de demanda), porque sea escaso en ese momento (escasez de oferta) o, simplemente, porque su coste de producción se haya encarecido.

La inflación galopante que estamos padeciendo desde hace un par de años se debe a los costes de producción. Las economías dependen del petróleo y cada vez es mayor la necesidad de obtener esta materia prima (exceso de demanda). A su vez, la oferta de este bien está limitada (escasez de oferta). Consecuentemente, sube el precio del petróleo y, automáticamente, se refleja en los costes de producción con lo que empiezan a subir todos los precios. La inflación está servida.

Es el momento de actuar. A los gobiernos les gusta diseñar planes que culminen en un cambio de rumbo en el mercado. Es de lo que se trata ahora: frenar la inflación. Instrumentos hay pocos pero lo más socorrido es subir los tipos de interés.

Se supone que lo de subir los tipos lo hacen para que compremos menos. Por poner un ejemplo, si uno tiene que pagar 60 euros más de hipoteca, tendrá que apretarse el cinturón. Así se reduce la demanda y los precios tienen que bajar. Sin embargo, cuando la inflación no es de demanda sino de costes, de poco o de nada servirá a largo plazo que nos suban los tipos de interés. He aquí el fallo.

De igual manera, cuando la inflación no es debida a la presión de los salarios (propia de un mercado de pleno empleo) sino más bien a déficits presupuestarios, subir los tipos no es la solución.

Señores políticos (los de la UE, en este caso): las presiones inflacionistas que estamos teniendo son consecuencia del precio del petróleo. Un ciego no lo ve. La solución pasa por potenciar las energías alternativas, asignatura que llevan ustedes suspendiendo desde hace más de 30 años. Intentar paliar este problema estructural con una política monetaria restrictiva es pan para hoy y hambre para mañana.

El problema, mucho nos tememos, es que los gobernantes siguen sospechosamente interesados en que dependamos de ciertas fuentes de energía.

El IPC

La Gran Farsa

Como estaba previsto, 2006 está siendo el año de las subidas de tipos de interés. Nos dicen que es "porque hay mucha inflación" (sube el IPC por culpa del petróleo) y "hay que controlarla subiendo los tipos". Yo siempre he pensado que cuando las autoridades deciden subir los tipos de interés (o devaluar una moneda, cuando se podía) es porque están fracasando en política económica.

El resultado es que, entre unas cosas y otras, estamos perdiendo poder adquisitivo. Sobre todo los trabajadores. Hace poco nos han dicho que la hipoteca media se ha encarecido 1.500 euros al año que es casi como decir que la familia media tendrá que quedarse en casa durante las vacaciones de verano, sin poder ir a ningún sitio. Por si fuera poco, de aquí a nada tendremos que prescindir del coche dado el elevado precio del combustible y la cantidad de tributos de toda índole que soportamos por el hecho de circular y estacionar en nuestra ciudad.

Mientras, tendremos que seguir creyéndonos lo que nos dicen: que el IPC ha subido un 3 o un 4 por ciento (¿por qué?... entre otras cosas porque la vivienda no cuenta aunque en muchos casos la hipoteca represente más del 50% del sueldo) y, para más delito, que ese 4% que a nosotros nos parece poco (porque es lo que nos subirán los salarios) es muchísimo y que hay que subir los tipos de interés.

Se me ocurre pensar que si el IPC no fuera un mero instrumento político para engañar al personal (esto nunca lo he dudado y lo mantendré siempre) y reflejara el encarecimiento real de la vida, debería tener en cuenta subidas como las que experimentan las hipotecas de interés variable, que son la mayoría. También las rentas que pagan los arrendatarios de vivienda (que son reflejo de la subida del precio de la misma). Entonces ya no sería válido eso de “subimos los tipos para controlar la inflación” (subiendo los tipos, subiría también el IPC) y dejaríamos de pensar que nos están mintiendo.

Los etarras son así

¡Que nadie se engañe!

¡Te voy a arrancar la piel a tiras! ¡Te voy a meter siete tiros, perro! Estas fueron las palabras (en perfecto castellano) de un asesino etarra en un juicio. Aislado por una mampara de seguridad, no paraba de dar golpes a la misma apuntando con sus amenazas al juez. Además, con la camiseta del guerrillero Che Guevara recalcó que seguiría la lucha armada hasta que muera o hasta que le maten y dijo que pensaba cumplir lo que dijo.

En pleno “proceso de paz” (entre comillas, siempre, quede claro) de la era ZP no habría estado bien visto (por políticamente incorrecto) que a este personaje agresivo le hubieran dado cuatro porrazos bien dados y le hubieran dejado en el suelo. Unos pocos se habrían quejado diciendo que eso es típico de Franco pero a una inmensa mayoría nos habría gustado ver a los policías entrar en esa urna para bajarle los humos a ese desgraciado. [vean las imágenes y la reacción "light" de los policías]

De todas formas no es malo que la “ciudadanía” vea cómo se las gastan los indeseables de ETA y cuáles son sus aspiraciones futuras. A pesar de todo hay quien todavía cree que existe la Fantasuna [ver] y que esta gentuza entregará un día las armas gracias al diálogo de un presidente que presume de talante.

Y pensar que este tipejo de ETA, medio loco y con esas malas pulgas, pudiera volver a ser libre por los acuerdos a los que pueda llegar Zapatero con los de su banda…

España sigue siendo Una

Gracias al Deporte (y a pesar de ZP)

Lo bueno del deporte es que fomenta la unión de los habitantes de un país. Todo lo contrario que la política de nuestros tiempos.

Gracias a los triunfos españoles a nivel internacional en deportes como el baloncesto, la fórmula 1 o el tenis podemos decir que la idea de nación sigue viva y toma forma. Nada que ver con el ambiente hostil que se respira en el Parlamento desde que gobierna Zapatero, empeñado en saldar una deuda política que implica necesariamente el llamado cambio del modelo territorial.

En consecuencia, podemos afirmar que la seña de identidad de España bien podría ser una camiseta pues hacer ondear la bandera roja, amarilla y roja es interpretado por muchos como una provocación.

Mientras en el recipiente de España hay líquidos que se evaporan aún quedan elementos sólidos que se resisten a arder y es por el sencillo motivo de que muy pocos ciudadanitos de a pie quieren que desaparezcan.

Billetes para todos

y los adictos a lo gratuito

Los “adictos a lo gratuito”, especie que predomina en esta país y que es coloquialmente como “panda de gorrones”, se congregaron el pasado fin de semana en la barcelonesa Plaza de Cataluña (o Catalunya para que nadie se ofenda) esperando que les regalaran unos cuantos billetes de avión.

Una compañía aérea irlandesa llamada Ryanair emprendió días atrás una campaña publicitaria en la que prometían dar billetes a quienes se manifestaran con pancartas que desprestigiaran a Iberia, empresa líder en el mercado español.

¡Para qué queremos más! Dicho y hecho. La manifestación tuvo casi tanto éxito como las que convocan los partidos políticos más punteros. La pela es la pela, nano. Osti tú.

Por lo que parece, a la citada compañía se le torcieron bastante las cosas. Desbordadas sus previsiones n o pudieron atender de manera eficiente la demanda. Ello condujo al caos siendo necesaria la actuación policial. Quienes (más por interés que por convicción) portaban carteles de “Iberia caca” pasaron a hacerse caca (con interés y de manera sincera) en Ryanair poniendo denuncias a tutiplén ante las oficinas de consumidores.

Además falta por ver si Iberia interpondrá la correspondiente demanda ante tan evidente falta de ética empresarial de una empresa que, para más inri, viene de fuera irrumpiendo como un elefante en una cacharrería.

Pese a todo lo acontecido, los responsables de la aerolínea irlandesa no tienen que preocuparse. Estamos en España, el país de Zapatero con el talante y la tolerancia por bandera donde todo vale. La meca de los rufianes donde triunfa el sinvergüenza y el honesto es perseguido hasta la humillación porque hay de dónde agarrarle.

Así, el desaguisado se quedará en anécdota y no pasará nada. Como siempre.

Casinos On-Line

No hay regulación

Desde hace un par de años proliferan de manera notable las casas de apuestas por Internet.

En Estados Unidos, que siempre van por delante en todo (y lo digo bien alto aunque a algunos les fastidie tal afirmación) ya ha aprobado una ley para acabar con este negocio. En España la situación es distinta: las apuestas no están permitidas pero no hay una normativa para perseguir a quienes las organizan, máxime si están domiciliados en otros países.

El vacío legal es aprovechado hasta el punto de que hoy podemos acceder a 15 portales de apuestas que el año pasado facturaron en España más de 200 millones de euros. Hay más de medio millón de usuarios registrados y se calcula que unos 80.000 son jugadores habituales.

El gobierno, sin embargo, sigue dormido en los laureles. Hay normas que urgen mucho (como ese famoso Real Decreto que hicieron un pocas horas para frenar la OPA de E.ON sobre Endesa) y otras que no terminan de llegar…

Al margen de la incompetencia de las autoridades, a quienes hayan pensado en jugar sólo puedo darles consejo: No está mal el sistema pero si lo utilizamos con mesura y como mero divertimento; por ejemplo, las apuestas deportivas a modo de quiniela semanal baratita. El problema viene cuando el usuario adquiere el vicio del juego y se adentra en los casinos y similares. Además, en los juegos de azar ¿quién me asegura a mí que no hay alguien controlando mis apuestas y alterando el resultado para que acabe perdiendo?.

Demasiada inseguridad.