Pánico en el Metro

el "Estado del Bienestar"

El pasado viernes se vivieron escenas de pánico en el Metro de Madrid. Una vez más hubo una avería en la línea 6 y miles de pasajeros se agolpaban en los andenes llegando un momento en que era incluso difícil salir a la superficie y abandonar ese peligroso escenario. Todas esas personas volvieron a llegar tarde a sus trabajos. En concreto, donde yo trabajo, una hora tarde.

No es la primera vez. Factores como el aumento de la población en esta ciudad y las restricciones a la hora de moverse en coche por la misma (principalmente debidas a los parquímetros hacen que desde un par de años hayamos notado un notable incremento en el número de usuarios y hoy por hoy es tónica habitual ir en el vagón aplastados unos contra otros incluso cuando no es hora punta. A ello hay que sumar las deficiencias del transporte público a la hora de adaptarse a la demanda creciente.

Ante esta situación cada vez más frecuente, el político de turno no se puede permitir aconsejar reiteradamente que utilicemos el transporte público. Si usted aconseja algo, aconseje algo que funciona. A algunos políticos se les llena la boca cuando hablan del “Estado del bienestar” pero este concepto está un tanto adulterado pues se centra en dar ayudas a los que hipotéticamente las necesitan (como, por ejemplo, otorgar la propiedad de una vivienda – bien de inversión, duradero- que en el mercado vale 300.000 euros a un precio de 120.000 basándonos en la situación económica que tuvo el año anterior –situación coyuntural- el agraciado) descuidando servicios tan importantes como éste del que hablamos: el transporte público, fundamental para que todos podamos ir a trabajar todos los días.

En un lugar donde se presume de tener un “Estado del bienestar” lo propio sería que esa hora que miles de trabajadores perdieron, que en unos casos se traducirá en pérdida de dinero por parte de una empresa privada y en bastantes más en el descuento en la nómina del trabajador, fuera sufragada por el Estado a través de indemnizaciones.