Verano en Madrid

A aguantar...

Lunes, 18 de julio de 2005. Primer día hábil de la segunda quincena de julio, una de las quincenas estrella en las vacaciones de cualquier madrileño. En cuanto a los que nos quedamos aquí... ¿No habéis notado menos oferta de transporte público?. Yo sí. Frecuencias de unos 6 minutos en línea 10 de Metro.

Como suele suceder, se quitan trenes en el Metro y autobuses en la EMT. El resultado es que se tarda algo más en llegar a trabajar y que, al contrario de lo que esperábamos, no viajamos cómodos sino como sardinas en lata. Además huele mal, cojones. Sigo sin explicarme cómo se puede oler a sudor a primera hora del día.

A pesar de todo, a partir de mediados de julio se solía estar bien en esta p. ciudad porque se va mucha gente, el horario en el trabajo es reducido, se circula muy bien, se aparca mejor y ofertas de ocio no faltan. Pero mucho me temo que este año, gracias a nuestro querido alcalde, estar en Madrid en verano va a ser un auténtico calvario.

Esas obras que ya nos molestaban a primeros de año, siguen su curso y aprovechan estas fechas para expandirse. Los cambios en nuestros itinerarios habituales y la necesidad de improvisar son cada vez más frecuentes por los cortes de circulación en multitud de puntos sin previo aviso. Los atascos que se producen todas las mañanas son monumentales y, para colmo, el transporte público reduce sus servicios dando por hecho que todo el mundo se ha ido, lo cual cada vez es menos cierto.

Espero que todo este esfuerzo que estamos haciendo los madrileños, al ver mermada nuestra calidad de vida y también nuestro poder adquisitivo por culpa de los impuestos, sea recompensado algún día por unas magníficas infraestructuras que estén a la vanguardia europea. Pero a veces me surge la duda de si este objetivo será alcanzado con éxito porque el papanatismo que nos rodea es cada vez mayor.