El Estado del Bienestar
dudoso futuro
La situación actual es que el llamado Estado del Bienestar se tambalea. Este concepto ha venido siendo un rasgo distintivo de las economías europeas y hay que admitir que colabora en cierta medida a la igualdad social.
Básicamente un estado del bienestar implica que un gobierno recaude dinero de sus ciudadanos para financiar un complejo sistema de servicios públicos tales como las infraestructuras, la educación o la sanidad. Hay, por tanto, muchas cosas positivas aunque también es cierto que existen aspectos negativos como el parasitismo social o, dicho de otra manera, la propensión de muchos a confiar su suerte a "papá estado" descuidando su afán por mejorar con méritos propios.
El caso es que en economías muy avanzadas como Estados Unidos, la idea de estado de bienestar no es la misma y parece que no les va tan mal al menos a quienes ponen empeño en ganarse la vida de manera honrada, que es de lo que se trata.
En los tiempos que corren, la entrada masiva de personas que vienen con una mano delante y otra detrás a países como España hace que nos planteemos una cuestión: si el actual estado del bienestar y su sistema de financiación tienen o no tienen un futuro halagüeño. Y la cuestión, no lo olvidemos, se presenta en un marco en el que cada vez nos sienta peor tener que pagar impuestos.
Quizá ese futuro del estado del bienestar que hoy es incierto se llegue a asemejar en un futuro no muy lejano a lo que hoy se ve en los Estados Unidos.